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  • ¡Ten cuidado con los pensamientos!

    Yo siempre he creído en las enseñanzas de Louise Hay y otros que hablan de la conexión de lo emocional y lo físico. O sea, lo que pensamos (en el fondo de la mente) puede afectar directamente (y físicamente) el cuerpo. Aunque lo sé y lo practico una y otra vez, todavía lo experimento.

    Mire, no quiero decir que estoy encima de estas cosas, lo he sabido por muchos años, ¡pero ocurre de todos modos!

    El libro de Louise Hay, “You Can Heal Your Life” (“Usted puede sanar la vida”) ha sido una herramienta inestimable para mí y para mi familia. Le ayuda en descubrir la correlación entre las enfermedades que tenia o tiene ahora y la causa mental probable. También ensena como cambiar modos de pensar que son negativos a modos positivos, para que pueda entrenar su dialogo interno con afirmaciones que puede usar en cada situación.

    ¡Que inapreciable! He usado esta técnica por mucho tiempo, pero cuando un problema físico nuevo se presentó, yo estaba sorprendida. En realidad, ¡tarde unos días en acordarme que debo buscar la solución! Cuando hice esto, claro, fue muy preciso. El sufijo “-itis” es una categoría que abarca todas las palabras que lo rigen. En el libro, significa “ira y frustración sobre las condiciones que hay en su vida.” Pues, ¡si! Es correcto. No quiero aburrirle con los detalles, pero el verano pasado para mí fue uno de libertad, soledad, y paz. Pero al fin regrese al caos y la falta de intimidad.

    Aunque me dije que todo está bien, en el fondo de la mente pensé “¡noooo! ¡No estoy lista para regresar!”

    ¡Físicamente me sentía bastante enfermo y doloroso una semana antes del fin del verano! He tenido que depender de doctores y hospitales para resolver el problema y tratarlo. Debía haberme figurado todo, pero no siempre es posible, aun para nosotros que somos sensatos.

    Ahora estoy en casa y me siento normal, repitiéndome la afirmación de Louise Hay: “estoy dispuesta a cambiar los métodos de crítica. Me amo y estoy de acuerdo conmigo.” Lo repito cada minuto de cada día.

    ¡Ten cuidado con los pensamientos!